Que el ecommerce ha supuesto una revolución mundial para las operaciones comerciales es una afirmación que ya queda vieja. Ahora bien, ¿sabías que las tarjetas virtuales viven su mejor momento? En España, más del 60% de las transacciones se realizan con este método de pago.

Este dato surge de un estudio que realizó Qonto para analizar con precisión las nuevas necesidades de las pymes.

Para entender el boom de las tarjetas virtuales, hay que tener en cuenta que se han dado una serie de factores que han promovido su popularidad. El principal de ellos es la aparición del talento joven. Una generación llena de nativos digitales que tiene ganas de emprender, aportan frescura y nuevas ideas adaptadas a la realidad digitalizada en la que vivimos.

Este perfil de emprendedor apuesta considerablemente por negocios digitales y tecnologías disruptivas. De hecho, este segmento ha incrementado durante este año un 18% el número medio de transacciones realizadas en línea. Pese a que las operaciones offline continúan siendo el medio más habitual entre las pymes españolas, los datos ofrecen una pista sobre el rumbo al que se dirige buena parte del tejido empresarial español: hacia una organización de las finanzas autónoma, digitalizada, sólida, transparente y fiable.

En este sentido, también se ha visto incrementada la demanda de soluciones digitales alineadas con las nuevas maneras de entender el trabajo y la gestión. No solo las grandes empresas están cambiando, también las pymes están empezando a operar diferente y a manejar sus finanzas de otra forma, a cualquier hora y desde cualquier punto del planeta.

Es esa flexibilidad la que convierte a las tarjetas virtuales en las aliadas perfectas de todo departamento de Finanzas. Este tipo de método de pago simplifica las gestiones porque se crean rápidamente y se pueden utilizar de inmediato. Dependiendo del proveedor aún tienen más ventajas: permiten que el administrador de la cuenta cree una para cada empleado y establezca un límite de pago individual para cada una, en función de su uso y necesidades.

Además, las tarjetas virtuales no se tocan pero cuando se trata de seguridad, se dejan ver. Eso sí, siempre que cuenten con el sistema 3D Secure, ya lo han adoptado en la mayoría de los comercios online. Como es estrictamente personal y se puede configurar que el titular confirme cada transacción con un código de seguridad por SMS, el riesgo de uso indebido por parte de terceros se reduce al mínimo.

Finalmente, pero no por ello menos importante, se ahorra espacio y dolores de cabeza. No ocupan espacio físico y nadie las pierde ni pueden robarlas.

Hay soluciones financieras que ofrecen la posibilidad de crearlas de forma sencilla y rápida. Las tarjetas virtuales tan características de Qonto están a disposición de todos los usuarios, con un costo de 2 euros por tarjeta en el plan Solo Basic y gratuitas e ilimitadas en el resto de los planes.